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Consideramos que la historia de nuestra empresa es una especie de fragua donde se ha forjado nuestro presente, por eso compartimos algo de ella.
Nacimos cuando la Argentina atravesaba una delicada década: la del setenta. Exactamente en 1975, y con la mirada enfocada en la edición de libros y en el material de estudio, dos jóvenes que luego conformarían el matrimonio Alterman generaron la idea de una nueva editorial, llamada Editorial Universitaria de La Plata.
Entonces, se crea un espacio de trabajo que consistió en presenciar las clases teóricas de diferentes carreras universitarias, grabarlas y desgrabarlas para luego entregarlas al profesor, a fin de que las controlase y corrigiera. Posteriormente se procedía a la impresión y venta del material ya supervisado. De esta forma, la propuesta ofrecía un producto de estudio consistente, pues los cuadernillos que los alumnos compraban eran fieles a los teóricos impartidos en dichas clases.
Pasados los años, y debido a los vaivenes económicos de esas épocas, se suma el trabajo de imprimir nuevos productos fuera de la línea editorial, tales como libros de actas, blocks de hojas, tablas periódicas, talonarios, folletos, tarjetas, los que protagonizarán esta etapa más comercial. A la vez, y con el viento a favor , se realizaron publicaciones destinadas a varias reparticiones, como el Colegio de Abogados de La Plata, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia Buenos Aires y de la Nación, la editorial Eudeba, el Ministerio de Salud, la Universidad de Luján, la Universidad de Tucumán, entre otras.
La fragua de nuestra empresa ya se agilizaba al caldear dos moldes que en esa época crecían a la vez: el de la edición de libros y el de la impresión de todo producto que el desafío gráfico requiriese. Y nuestra firma siempre encaró estos emprendimientos, y lo sigue haciendo, como un sello familiar, con el abrigo dado por el calor y el cuidado de quienes le dieron origen.
Con la magnitud de la era digital en constante crecimiento, a lo que se suman nuestro interés y voluntad, hace tiempo que venimos priorizando el mundo editorial, sin dejar de lado la labor de los impresos comerciales.
En las siguientes secciones les contamos en qué consiste nuestro trabajo actual. Y como este se relaciona hondamente con la palabra escrita y con la manera en que esta se visualiza en sus diversas formas, decidimos que aquel nombre que nos identificó desde nuestro origen debía modificarse. Por ello, resignificamos nuestro nombre acorde con nuestro quehacer actual, que sigue caldeándose con el trabajo constante, teñido además de la creación artística, que en estos tiempos, juega en estrecha interacción con la técnica que el mundo digitalizado nos permite activar. Hoy nos llamamos ARTE EDITORIAL SERVICOP®.